Dimisiones.

Soy de la opinión que han de dimitir aquellos cargos, públicos o privados, que se muestran abiertamente ineficaces, o son sorprendidos en fragrantes delitos, o ante la menor duda acerca de su honestidad. Incluso si se trata de algún afaire sexual. Pues al no evitar que trasciendan públicamente tales hechos demuestran que no saben administrar sus vidas privadas; y eso hace dudar de su capacidad para administrar la cosa pública.

Pero…

En un país donde se aferran al sillón y no dimiten los políticos demostradamente corruptos e ineficaces, donde ni dimiten ni se piden responsabilidades a los saqueadores de las arcas públicas, donde dirigentes corporativos y de entidades financieras no dejan sus cargos pese a su mala gestión, y si los dejan lo hacen llevándose cantidades millonarias sin que nadie les pida responsabilidades… En un país así, que dimita la concejala socialista (me da igual que fuera del PP) Olvido Hormigos Carpio, del Ayuntamiento de Los Yébenes (Toledo) porque se ha difundido vía Internet un vídeo privado  (que filmó para ella o su marido, en el que aparece desnuda y masturbándose, con lo que algo íntimo y personal se ha convertido en una cosa pública), me parece excesivo. Porque no está robando dinero de las arcas públicas, ni administrando mal sus responsabilidades municipales. Está haciendo algo que practica todo el mundo, aunque, y esto es cierto, no tod@s se graban en esa situación.

Ha actuado así (dimitir) por un exceso de pundonor donde, con seguridad, entran en juego factores personales ajenos a lo público, su condición de mujer y un ambiente social completamente hipócrita. No debería dimitir por eso, sino por la forma de administrar la cosa pública que maneja en función de su cargo. Ella no ha hecho nada malo; es la víctima de esa hipocresía.

Todavía recuerdo el vídeo que se difundió de Ilse Uyttersprot, la alcaldesa de la ciudad belga de Aalst, perteneciente al PP europeo (me da igual que fuera del partido socialista europeo). ¿Lo recuerdan? Fue pillada manteniendo relaciones sexuales con su novio (también se masturbaba mientras su novio accedía a ella por detrás) en las torres del castillo de Olite, en Navarra. Ella no dimitió con el argumento de que estaba haciendo algo privado que no tenía trascendencia política alguna.

En su momento me opuse a ese argumento, pues utilizó un espacio público para hacer algo privado. Y eso se merece alguna clase de correctivo (la dimisión). Pero es que Olvido Hormigos Carpio  no ha hecho eso: ha realizado un acto privado, en su casa, que sólo a ella y a su familia atañe. ¿Ha sido ella la que ha colocado ese video en youporn? Si es así, ha mostrado poca inteligencia en un cargo público (o privado, da igual; la van a ver) y merece dimitir. Pero si han sido otros lo que lo han hecho, ella es una víctima, y eso no da para una dimisión.

Por tanto, en este caso, me apunto a los que dicen olvidonodimitas.
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Nada más escribir lo de más arriba, he leído el periódico y me encuentro con la grata noticia de que la víctima ha encontrado al difusor de su vídeo íntimo y ha tomado las medidas judiciales pertinentes y no dimite. Por fin las cosas vuelven a su cauce.

Aunque…, los que verdaderamente deberían dimitir siguen sentados en sus poltronas.
... Y si, como parece, Olvido es la que le ha dado el video a un "amigo", ha demostrado una ingenuidad propia de una adolescente, no de una mujer adulta.
Por otra parte, la Historia, como siempre, coloca las cosas en su lugar. Olvido Hormigos dejó la concejalía, no le renovaron el contrato de trabajo..., y, finalmente, decidió posar desnuda en la revista Interviú, a cambios de unos euros.