Ante los intentos de privatización de la sanidad pública, sólo hay que manifestar que no puede mercantilizarse un bien social como es la salud, cuyos beneficios no se miden en términos económicos, sino como inversión de futuro.
Es cierto que no es gratis, cuesta dinero. Pero hay que buscar fórmulas que permitan afrontar los gastos, en lugar de privatizar argumentando que así se reducen los costes (falso; aunque reciclando las gasas usadas sería un modo de reducir gastos). Existen. Sólo hay que buscar fórmulas imaginativas y reales para dar mayor viabilidad al sistema. Y, ni siquiera hay que utilizar la imaginación: inspirémosno en los paises de nuestro entorno. Con eso sería suficiente.
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