viernes, 13 de diciembre de 2013

Sobre el factor de impacto

Recientemente ha salido a relucir el escozor de un insigne investigador con las revistas Nature y Science, las que mayor factor de impacto (su influencia medida por el número de veces que son citadas) reúnen en el mundo científico. Y eso ha hecho surgir un problema que existe en la actualidad a la hora de medir el impacto personal de cada investigador entre sus pares. Actualmente, lo que se hace es, sencillamente, sumar el factor de impacto de las revistas donde publica, y ya está.


Sin embargo, el factor de impacto personal de un investigador no puede medirse sumando, simplemente, el factor de impacto de la revista donde publica. La razón principal es que ese factor de impacto no pertenece al investigador sino a la revista.

Hasta el 50% del factor de impacto de una revista procede, tan sólo del 15% de quienes publican en ella. Lo que significa, dicho de otro modo, que uno puede publicar en el Lancet y no leerle o citarle nadie. Razón por la que no se puede achacar al investigador el factor de impacto de esa revista, pues, en la realidad, lo que ha publicado en ella no ha influido sobre nadie.

Por eso son necesarias formas de calcular el factor de impacto personal de un investigador que sean ajenas al de la revista donde publica.

Se ha propuesto el índice h de Hirsch para ello. Pero este indicador se queda muy corto en su valoración pues sólo indica el número h de artículos que reciben un número h de citas. Pero no hay forma de saber qué significa tener un h= 30; ¿30 citas, 300, 3000? Nosotros hemos calculado el índice h de Max Hamilton (muy conocido por su famosísima e influyente escala sobre la Depresión) y lo hemos comparado con el de dos psiquiatras españoles. Pues bien, éstos tienen un índice h (h= 15, h= 25) superior al de Hamilton (h=13) generando la sensación de que ellos son más influyentes que Hamilton. La razón principal de ese desatino es que Hamilton reúne entre sus DOS trabajos seminales sobre la célebre escala más de 20.000 citas. Y eso no lo refleja el índice h.

El índice h, en cualquier caso, no tiene en cuenta aspectos cualitativos como el tipo de articulo del que se trata (original, revisión, etc), el lugar de la firma, si se trata de una autocita, el tiempo transcurrido sin publicar, etc. Por eso, la Dra Cordero Villafáfila y yo hemos propuesto un algoritmo que sí tiene eso en cuenta y aporta un valor ponderado del verdadero factor de impacto personal de cada investigador, ateniéndose a las citas revividas por cada uno de sus artículos, no al de las revistas donde publica.

Con ese indicador, se ve, por ejemplo, que Hamilton tiene un factor de impacto personal de RC= 539,67. Muy superior al de los otros autores españoles (RC= 7,11; RC=  9,36). Lo que se ajusta mejor a la realidad.

Incluyo aquí un enlace al artículo en español.


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